Estimado Legislador/a:
El huracán María arrasó con Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. dejando a su paso destrucción, daños y temor y afectando a millones de familias. Aunque aún se están llevando a cabo misiones de rescate para salvar a quienes están atrapados en sus casas y se están haciendo planes para enviar necesidades como agua y comida, sabemos que la recuperación de esta histórica tormenta debe comenzar inmediatamente.
Aunque FEMA tiene $15.25 billones disponibles en fondos para casos de desastres, esto no será suficiente. Un informe de la firma de simulacros de catástrofes, AIR Worldwide, calcula que el huracán María puede ocasionar hasta $85 billones en pérdidas, la mayoría de ellas en Puerto Rico.
Con tanta necesidad en Puerto Rico, es doblemente devastador no conceder una excepción a la Ley Jones de 1920. Estamos solicitando que se conceda la excepción sin limite de tiempo lo más pronto posible.
También pedimos que el Congreso asigne inmediatamente fondos de emergencia adicionales para las áreas afectadas por el huracán María, prestando especial atención a las necesidades de las personas y comunidades vulnerables y de bajos recursos para que las familias, negocios y comunidades puedan comenzar los esfuerzos de recuperación. Se necesitarán más fondos para comenzar la limpieza, reparar infraestructuras, casas, escuelas y empresas deterioradas, proveer asistencia médica y nutricional a quienes la necesitan y hacer llegar equipos adicionales para emergencias. Todos lo que han encendido la televisión en los últimos días saben que esta es una situación de emergencia y que las familias de Puerto Rico y de las Islas Vírgenes de EE.UU. necesitan una respuesta de emergencia concreta.
Los fondos federales deben aumentar de inmediato, pero no a expensas de otros programas que apoyan los servicios médicos, nutrición, vivienda, educación y bienestar de nuestras familias. Bajo la ley actual, los fondos de emergencia no forman parte de los límites presupuestarios existentes y el Congreso debe cumplir con la ley para asegurar una respuesta inmediata y efectiva sin perjudicar a nadie.
Debemos aprender las lecciones que nos enseñaron los desastres naturales pasados, dar respuesta inmediata y no permitir que la política interfiera con una sólida respuesta nacional.
Sinceramente,